Mi primera casa.
Entre la niebla emergen las ruinas de mi primera casa.
No hay perros ni gatos
Ni fuego en las chimeneas
Ni almendros centinelas
Nadie hornea pan
Ni se ve un rebaño fantasmal
Nada
Niebla y frío
Tranquilo, amigo
Ya no hay lágrimas
Un recuerdo a los ausentes
Un escalofrío al tocar la pared
Contra la que luche por salir.



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