Adiós, Rafael.
Que magníficas frases:
"Nadie hablará de nosotros cuando hayamos muerto."
" No hablemos mal de los muertos "
" Los muertos que nunca nos abandonarán"
Quizás sea porque mentar a los muertos nos acerca a nuestra propia muerte. Porque tengamos un atávico terror a su presencia indeleble en nuestro recuerdo. Borramos por necesidad como un niño borra su dibujo para, escaso de papel, dibujar otro. La imagen queda, por supuesto, aunque sintamos la necesidad reconfortante del olvido.
Cuando den las campanadas de las cinco, cruzando la plaza, te veré acudir a tu puesto de trabajo. No lo podré evitar; aunque quisiera. Son tantos ejemplos que cada vez siento más cercano el aliento en la nuca de tan distinguida dama. Nacemos para aprender a vivir; vivimos para aprender a morir. En el entreacto recordamos para hacer más llevadero el camino.
In memoriam.



Comentarios