Albino.

 Para un lector consumado debería ser fácil relatar y describir a un hombre. Debido a múltiples lecturas de maestros; el aprendiz de brujo debería hilvanar una consecución de emociones y describir la atmósfera correspondiente. Pero ¿Qué ocurre cuando tiene que rendir justo homenaje a una persona admirable que nos deja para siempre? 

Sencillamente que se embarulla abrumado por los sentimientos y la pena. 

Albino Torres era en primer lugar muy generoso. Risueño convencido de que un mundo mejor era posible. Quería a su familia y sus amigos por encima de convenciones e hipocresías. Era auténtico; sin dobleces. Ya me hubiera gustado corresponder a su generosidad y amistad. Pero soy como soy. Quién me acepte, bien; quién no, mejor dejarlo claro. Y él lo tenía muy claro. Podían pasar años que él me hablaría como si hubiéramos estado ayer tomando cañas. Siempre con una sonrisa y una locura nueva. 

Sé que en el "txoco" celeste estará Isko con el Ángel con una jarra bien tirada para ti. 

"Res Ipse Lequitor" 

Tus hechos hablan por si mismo.

Hasta luego.