Se fue Fraçoise Hardy.

 En aquel terruño aislado había una ventana abierta al mundo: las revistas ilustradas. Life, ParisMatch, National Geographic, Blanco y Negro, Mecánica Popular, y por mediación de mi madrina, la revista agropecuaria argentina La Chacra. En días imposibles de lluvia o cierzo, me metía en el cuarto de las revistas a soñar con las imágenes a todo color. Mi pequeño transistor japonés en Radio Juventud. The Everly Brothers, Tom Jones, Engelbert Humperdinck, The Shadows; y mis preferidas: Brigitte Bardot y Françoise Hardy. Digo preferidas porque siempre las tenía a mano en reportajes del ParisMatch o Life. Era una relación íntima entre la imaginación y el sueño. No, no piensen mal. Era pura admiración a la belleza de su voz y su imagen. "Tous les garçons et les filles" era toda una promesa vislumbrando los años por venir que, suponía, estarían llenos de música y calor femenino en guateques y "boîtes". Aunque luego serían peñas y bailes de fiestas; no por esa popularización, la carne trémula perdía su encanto. 

Pasaba el chaparrón o se dormía el cierzo, apilaba las revistas y llamaba a los perros. Y soñando, soñando, en aquella inmensidad, pasaban los días...

Que tontería...

Descansa en paz, Françoise de France que dice mi amiga Elena Gabriel . Y gracias por tu bella voz y tu rostro fiel reflejo de la melancolía.