Levántate o te llevo
La muerte pellizca el culo al amanecer.
¡Levántate o te llevo!
A veces tan temprano que la mínima luz aún duerme.
Te sientes tan estúpido escuchando a los coches rugir camino a las fábricas.
No más encargados. Prefiero la mochila y largarme de pastor.
Clarea. Café. Al viejo perro le cuesta abrir el ojo derecho. Pero le encantan las galletas almendradas de Valero.
Y, ahora, a leer...escribir alguna latente emoción...
¡Que más quisieras!
La dicotomía de las ganas y el tiempo.
Las p....cosas rutinarias... adiós mañana.
A la tarde, no hay café que se salte la siesta.
Antonio Vega, poesía de un mundo que no puede ser.
Y al menos hoy el día está fresquito...
Que jeremiadas tan obtusas en un plan astral tan limitado.
Cosas de la horizontalidad y el movimiento intermitente del pensamiento.
Cuál delfines saltando en un mar de cobalto cansados de jugar a ser bellos.
Y las olas no se cansan de reír
Jamás.
No me pellizques tan temprano
sirena del Averno
las palabras te quitarán el oficio y el beneficio.
Amén.
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