Fresca mañana.
Poesía es que viejos amores en la fresca mañana desprendan una fragancia de agua de rosas. Que la arquitectura bajo frágiles vestidos veraniegos imponga la ley del deseo. Ocurre antes que el inclemente sol nos lleve a la maldición, al agua que no sacia, al tórrido corazón que necesita una sombra. Cuándo los sucios espejos necesitan una siesta. O una oscuridad total.
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