Tras el héroe su sombra.
El verso le come las puntillas sucias a una realidad que vomita enanos sin alegría.
La decepción enlaza tierras indignas sin honor ni valor alguno.
Tras un héroe habita su sombra un demonio armado con una espada reluciente de sangre y sal:
¡España!
No inclines la vencida cabeza ante tu verdugo.
Tus tierras necesitan al Diluvio y tus cielos desarmados pájaros de luz.
Lava tu sucia camisa con las lágrimas de los cada día derrotados en su lucha por tu decencia.
Que terrible deseo de ser ciego mudo y sordo cual topo exiliado de tu cruel realidad.
Desgastar la respiración en vahídos suplicantes de muerte.
Oscuridad no abortes un amanecer sin esperanza ni pongas alfombra al llamado por la trompetería de Babel .
Limpia las calles de la ciudad del semen de los falsos ángeles y retira de las esquinas a las falsas vírgenes.
Aparta de mí este cubo de basura llamado mundo y sus organizaciones al servicio de Satán.
¡Hágase la luz del eterno Redentor!
Comentarios