Halloween.
¿Y qué que sea una moda importada? Acaso no lo son la pizza, la hamburguesa (filete ruso de origen tártaro elaborado en Hamburgo y llevado a EE.UU. por inmigrantes alemanes)el tango, vals; acaso no son importaciones como el blue jeans (pantalón vaquero). Pues el Halloween, igual. Y si los chavales y no tan chavales, lo pasan bien, miel sobre hojuelas. Aquí unas risas; que para llorar ya tenemos el telediario. Recuerden cuando en la Noche de las Ánimas amenazaba la puesta del sol con el resurgir de espectros fantasmagóricos que iban por las calles a raptar a niños que osaban andar por las calles. Y no mirábamos ni por la grieta de la persiana.
¡A la cama con la virgen fosforescente!
Mejor reírnos de lo inevitable. Disfrutando de la alegría de enmascararse y darle puerta, por unas horas, a la inquisitorial religión católica.
Es absurdo temer a la muerte; no así mismo, tener respeto al dolor.
No hay mayor absurdo que las tapias de un cementerio (en la cultura anglosajón¿Y qué que sea una moda importada? Acaso no lo son la pizza, la hamburguesa (filete ruso de origen tártaro elaborado en Hamburgo y llevado a EE.UU. por inmigrantes alemanes)el tango, vals; acaso no son importaciones como el blue jeans (pantalón vaquero). Pues el Halloween, igual. Y si los chavales y no tan chavales, lo pasan bien, miel sobre hojuelas. Aquí unas risas; que para llorar ya tenemos el telediario. Recuerden cuando en la Noche de las Ánimas amenazaba la puesta del sol con el resurgir de espectros fantasmagóricos que iban por las calles a raptar a niños que osaban andar por las calles. Y no mirábamos ni por la grieta de la persiana.
¡A la cama con la virgen fosforescente!
Mejor reírnos de lo inevitable. Disfrutando de la alegría de enmascararse y darle puerta, por unas horas, a la inquisitorial religión católica.
Es absurdo temer a la muerte; no así mismo, tener respeto al dolor.
No hay mayor absurdo que las tapias de un cementerio (en la cultura anglosajón no existen).
"Los de fuera no quieren entrar. Y los de dentro no pueden salir".
Tengan una maravilloso Día de los Muertos o Halloween o como les de la gana llamarlo.
Se llora más que se ríe. Canta y tu mal espanta. Come fuerte, caga fuerte, y no tengas miedo a la Muerte.
Llegará el día que no habrá ni truco ni trato con la Dama de Blanco.
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