En un lugar del alma.

A este mar desembocarán unos cuantos ríos. El posible estuario tiene que ser de respeto, integración y hermandad. Nadie más que nadie. Todas las epidermis son de la misma condición biológica. Evitar los caciquismos. Tan prontos a nacer de forma espontánea. Regados por la vanidad y la prepotencia. El poder y el dinero. Difícil en comunidades pequeñas, donde a veces, en vez de respeto, causan risa.
A pesar de los pesares, me encanta la sensación de pertenencia. Los detalles sutiles pero importantes. La señora viuda de Cecilio que me da las gracias por mi escrito.
"Es lo menos que podía hacer"
Paco, siempre atento:
¿Qué tal, cómo te encuentras?
Valerico faenando en el horno. Un recuerdo a su padre, recordado Valero.
Isasi, con cara de frío, a tomar un café.
Fernando y su perro que pregunta por el anciano Bigotes.
Detalles imperecederos. Vida.
"En un lugar del alma... llevó un mar de rostros y recuerdos."