Arrastrando los pecados.
Cuando te medio retiras del mundo, la gente suele decir: "Está tranquilo. Se ha formalizado". Y cosas por el estilo, aplicando la sencilla regla por la cual todos buscamos redimirnos de nuestros pecados, saltos al vacío, excesos y barrabasadas. En realidad es hastío y cansancio, acomodo y falta de ganas. Pero aún sueño que ni arrastrando todo mi pasado por un río jabonoso, lograré perdonarme. En el pecado llevo la penitencia. Y la acepto como sumo desafío. Como el buen salvaje ilustrado. Amén.
n.
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