Sobre la identidad del solitario.

La identidad de un hombre, su personalidad intrínseca, ¿a qué bases se aferra para conformarse? Estará indudablemente marcado por su niñez, educación, entorno social y familiar de una manera difícil de superar aun cuando desee cambiar para ser un hombre más completo. La identidad geográfica cuenta y significa una manera de ser y estar. El nivel social de posibilidades o impedimentos a tener en cuenta será decisivo para su temple ante la adversidad. Una identidad solitaria marcada a fuego por la costumbre a estar solo ante el mundo, difícilmente encontrará el apoyo necesario en las formas comunales de superar las desdichas. Por lo general se refugiará en su soledad y no abrirá ninguna puerta que le pueda llevar a tener que demostrar su incapacidad como ser sociable. Mas cuando se siente la necesidad, la atracción hacia una persona, querrá y podrá saltar todas las barreras atraído sin remisión hacia esa persona que le atrae. Esto es un síntoma normal en el solitario, salir de su pecera y relacionarse para ser feliz con otra persona que le ofrece cariño, comprensión, afinidad, pero no debemos olvidar que esa persona tan generosa tiene su mundo propio. Amigos, familia, conocidos. El solitario que llama pidiendo ayuda desea ser atendido casi a tiempo completo, su egoísmo le es imposible de superar….es tanto lo sufrido y anhelado que se comporta como un déspota, incluso no siendo consciente de su error, será incomprendido y calificado como un avaro del cariño ajeno. El solitario quiere romper su burbuja; pero solo quiere abrir la puerta a una persona. Que entre en su ámbito para inmediatamente cerrar la capsula y disfrutar de la compañía. No quiere ser presentado a sus amigos, vecinos o familiares, porque le roban a la persona que ha decidido que lo salve de su soledad. Es un ejercicio completo de egoísmo social. Y está abocado al más triste fracaso.