Sueños, sueños, sino fuera por los sueños

Los sueños hilan fino, vestiduras como telas de araña
Al primer atisbo de luz del amanecer se caen al suelo
No sirviendo ni para vestir una esperanza
Pero como deambulamos por los salones
Adornados con joyas de roció y luna
Como bailamos el tango con una pérfida Malena
Y al besarla se convierte en Grace Kelly
La noche se viste de sedas para acostar nuestras locas
carreras de descapotables bordeando la costa de Niza.
Un niño pequeño entre mis piernas pide su beso de Brigitte Bardot que no lo suelta al ritmo de la Javanese de Gainsbourg al final de la canción se relame golosa como un oso la miel.
Dillinger y Durruti salen de un cine y alertados por una camarera acaban con el FBI.
Pero luego se intoxican con pescado japonés celebrando su suerte. Ellas, rubias oxigenadas, besan sus labios y mueren también.
Abro la puerta del Rolls Royce a Aristóteles Onasis y me entrega un fajo de billetes.
Soñar desde el humilde catre con la magia del mundo através del umbral de la imaginación.
Eh, Ava, deja a ese enano cantarín, bebe de mi Campary con angostura y gin.
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