El invierno y su trampa invisible

Si el invierno se pudiera palpar

Su textura sería la de las alas del murciélago

Calor denso y artificial para suplir nuestra debilidad

El ser humano actual

Observado por un extraterrestre

Sería el más claro ejemplo de la contradicción

En su madriguera invernal

Mantiene un calor soporífero

Sin embargo anda loco por tener dinero para ir a esquiar a la sierra nevada

En verano se tuesta al sol en la playa con deleite de lagartija

Pero evitará los bares y restaurantes sin aire acondicionado

Por supuesto en su morada hará un frío siberiano

Y tanto en invierno como en verano se quejará de la factura de la luz

Débil, acorralado, impotente, masturba su cerebro

Para estar arropado en la comodidad en todo momento

El invierno no es solo pura nieve para hacer muñecos con la bufanda y la pipa del abuelo

El invierno no es solo Navidad, regalos y comilonas

El invierno tiene la textura de las alas del murciélago

Cuando te atrapa la enfermedad

Gripes, bronquitis, neumonías, reumatismo, ciáticas, otosclerosis

Requieren medicamentos y postración en cama

Ahí te cubre la gelatinosa ala de murciélago

Gomosa y desagradable como el aroma de las medicinas

Viscosa como las sabanas bañadas por el sudor de la fiebre

Bajo esa espesa y negra ala de contrición y aflicción

Hasta el más prepotente energúmeno gritón

Mantiene el silencio del pesar y el miedo a la muerte

Deseando salir de la cama para volver a ser

El estúpido de siempre que acaricia la nieve

Manteniendo la esperanza de haber vencido a la enfermedad

Que se aleja sonriente del campo de batalla

Sonriente porque al menor descuido volverá

Y tomara bajo sus alas de murciélago

Al más valiente de los hombres.