A LA SOMBRA DEL DOLOR

A la sombra del dolor/nacen arbustos de hermosas flores/enraizados entre rocas de voluntad/soportan todos los vientos de la desdicha/inamovibles.
Ni el abrasador sol/ni la pertinaz sequía/le arrancan el verdor de la eterna esperanza.
Un ruiseñor canta en un ciprés de la cuesta amarga/la luna hace brillar el mármol blanco
¿Es menos hermoso su canto? ¿El blanco fulgor es opaco al ojo del peregrino vivir?
El indestructible amor/vence al contundente dolor/socava sus raíces/estirpa su núcleo
no borra las cicatrices de la alma doliente/pero alumbra a los fantasmas del miedo
obligandolos a huir/ciegos en la oscuridad de su efímera existencia
desaloja la incertidumbre/sana al enfermo/calma el hiriente nervio/bendice los insomnios
Un solo abrazo cálido/ un solo beso sincero
aleja la tempestad del corazón que sabe amar/cubriendo la totalidad de los poros con un bálsamo de paz
desenmascara la tragedia
vuelve aceptable a lo inaceptable
acalla el llanto del herido
amaga el quejido del valiente sufridor
seca las lágrimas con sudarios de vida
El minero vuelve a la mina/tras el entierro del compañero
El autobús al que subió una niña comiendo galletas
vuelve a la noche
lleno de espíritus en duelo
Mujeres cansadas /dan la vuelta al mundo/sin salir de sus camas
bajo la tiranía despotica de digitos rojos
ven llegar las sombras de nuevos peligros
Insomnes/desconcertadas
encienden una vela en un rincón
a un Dios desconocido
o simplemente rogando
la luz virgen del amanecer.